Arte, según la RAE, manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros. Del arte a la fascinación.
Cuando percibo el arte, en cualquiera de sus expresiones, me fascino, evidentemente hay obras que me tocan el alma y otras que pasan solo por las pupilas de mis ojos, o por el tacto de mis manos, me atraviesan los oídos o simplemente las huelo, pero el arte, en general, me fascina.
Benalup Walls, este evento tan singular es probablemente el mejor escalón que se ha colocado jamás en este pueblo, al menos, desde que yo tengo uso de razón. Ni voy a hacer un juicio político, ni voy a juzgarlo en como elemento del gobierno local, no toca y además no se lo merece, ni el evento en sí mismo, ni quienes participan en él, entre ellos el pueblo, que observa asombrado los murales que los fantásticos artistas están creando para nosotros, sí, para nosotros, porque quizá alguno no se ha dado cuenta pero las sensaciones que nos producen al observarlos son solo nuestras, eso nadie te lo puede quitar.

Ayer tuve la oportunidad de hablar con una de las artistas urbanas que están colaborando en la creación de estas obras, le mostré mi fascinación por los murales y trasladé mi enorme agradecimiento por dejarnos disfrutar de algo tan maravilloso. Ella, me dijo que al final la belleza prevalece, y aunque al principio los ciudadanos observan con escepticismo, al final, cuando ven el resultado, la rendición hacia lo bello se hace patente.

Pero mi paseo por el Benalup Walls no quedó en los murales, me adentré en ese universo de inquietudes que tantos benalupenses llevan dentro y que si se dan las condiciones necesarias, lo muestran. Javi ” El Pincha” es un auténtico artista, con sus forjadas obras muestran la realidad de la sociedad que le ha tocado vivir, todos podemos ver en sus obras un noticiario cualquiera, de un día cualquiera, de una cadena cualquiera, ese arte, también fascina a quien se deja mecer por las soldaduras que une el metal, elemento con el que Javi se expresa. Para colmo, tenemos la suerte de concentrar en un espacio tan pequeño, como es el antiguo colegio de parvularios (en el que tan buenos momentos pasé en un pasado cada vez más pasado), de fascinarnos, una vez más, con los maravillosos cuadros de Manuel Fornet, quien a base de constancia e ilusión se ha creado un mundo paralelo, expresado al óleo, con líneas que comienzan y parecen no tener fin, con miradas que van más allá del simple acto de ver u observar, miradas que muestran trazos de una vida en colores, con un optimismo desbordante pero sin olvidar quienes somos y de donde venimos, (pobre de aquél que crea que por una simple raja hace daño al artista, sin saber que quien más daño ha recibido es su alma).
Y si tienes ganas de sentir una auténtica borrachera, puedes tomar un sorbo de naturaleza, a través del objetivo de José Carlos Peña, una vida dedicada a la naturaleza y expresada en forma de fotos, fotografías con una textura especial, luces que parecen extraídas de un cuento de hadas, lugares tan lejos y tan cerca que nos rodean y lo desconocemos. Una fauna mostrada de la forma que nunca la habías visto antes, auténticos modelos para que ahora tú, si pasas por la exposición, puedas deleitarte.
Si vienes con tu carné de político guerrero, con tu espada de Damocles, con tu disfraz de dragón de las siete cavernas dispuesto a quemar todo lo que vas encontrando a tu paso, puedes venir, las puertas están abiertas, más no dejarás a tu corazón disfrutar de este lujo, de algo tan exclusivo como lo que estamos viviendo estos días… recuerda, del arte a la fascinación.