Lo más desgarrador que un niño puede vivir a nivel familiar es la pérdida de su madre o de su padre. La ausencia repentina de un referente en la vida, de la estrella que los guía, del sendero por el que caminan, eso los convierte en seres vulnerables, sin protección, al menos durante un tiempo, aunque esa huella no se borra nunca, siempre queda ahí dentro, donde no se ve, pero se siente.
Era una familia anárquica, donde los roles corrían de uno a otro sin cuestionar el por qué, su padre era conductor de camión y tocaba en un grupo de jazz, su madre camarera en un restaurante de la zona, aunque también era amante de la música y el baile. Billie le encantaba irse con su padre en el camión y su mundo comenzó su fin dos meses antes, pero Billie no era consciente de ello, al menos no en la medida que la realidad acechaba a sus padres. El amor y el caos era habitual en su casa, quizá no tuvo tiempo de asimilar los acontecimientos, todo transcurría a la velocidad de la luz.
El 10 de septiembre de 1982, el corazón de Andy, se paró, su lucha contra el cáncer de pulmón llegó a su fin y entonces sí, el mundo de Billie Joe Armstrong se apagó, su referente, su espejo, su ídolo, se había marchado. El día de su funeral, Billie, con tan solo 10 años de edad, estaba acompañado por sus cinco herman@s, David, Alan, Marci, Hollie y Anna. Billie, no pudo resistir la tristeza y la rabia que sentía mientras el féretro de su padre descendía al agujero donde iba a ser enterrado, tanta fue la pena, que Billie salió corriendo para su casa, dejando a su madre y herman@s en el cementerio.
Su madre, fue en su búsqueda, intuía que habría vuelto a casa, pues su habitación siempre era su lugar de retiro, cuando Ollie Jackson abrió la puerta de su casa, se dirigió directamente a la puerta de la habitación de su hijo:
Ollie: ¿Billie? ¿Estás bien?
Billie Joe: Despiértame cuando septiembre acabe
23 años después, ese niño, Billie Joe Armstrong, voz, guitarra y alma del grupo Green Day, escribe la canción Wake me up, when September ends (Despiértame cuando septiembre acabe).
Sobre el autor
Un gran articulo, como siempre Miguel Ángel. Hasta conseguido emocionarme.
Gracias a ti Diego por leer estas humildes letras. Un saludo.