El poder de lo pequeño

Soy un profundo admirador y seguidor de la Libertaria Información. Entre otras razones porque siempre que veo noticias del pueblo publicadas en ella me hago la misma pregunta: ¿De dónde saca este hombre el tiempo necesario para afrontar esta inmensa y necesaria tarea de recoger las cosas grandes y pequeñas que pasan en este pueblo?

Aunque no es así, pero parece que está en el sueldo del Ayuntamiento y de las empresas privadas publicitar o recoger los eventos que realizan o programan. Pero la sociedad civil, los grupos de amigos, las asociaciones sin ánimo de lucro también necesitan un medio que recojan sus actividades. Siempre ha habido ese hueco en este pueblo y eso ha venido a cubrirlo la Libertaria Información. Pero por mucho esfuerzo, interés y empeño, que me consta que le pone, derroche el promotor de la criatura, Miguel Ángel Moreno Cortabarra, me parece que sólo no puede hacerlo en la cantidad, calidad y a lo largo del tiempo necesario. Creo que la gente de Benalup-Casas Viejas debiera ser consciente de eso y colaborar con él; leyendo sus crónicas, enviándole información o/y escribiendo artículos ya sea de eventos o de opinión. Aquellas pequeñas cosas que cantaba Serrat son la base de nuestra vida y sin ellas, como también cantaba Amaral no somos nada.

Y como hay que predicar con el ejemplo se me ha ocurrido enviarle este escrito contándole que ayer 20 de septiembre en la Venta de Enrique un grupo de amigos sin que se supiera quien organizaba, llevamos a cabo una pequeña actividad consistente en la visualización de dos vídeos, uno de la corcha de Mintz en el Alisoso a finales de los sesenta y otro la película Quivir, con la participación del director Manu Trillo, el guionista Agustín Coca y el capataz de la cuadrilla Germán Rodríguez. El acto fue presentado por María Orellana. Manolito de los Jardines había preparado cien sillas y lo tachamos de exagerado, pero la práctica demostró que no lo fue. Vino gente de Benalup-Casas-Viejas, Alcalá, Los Barrios, Algeciras… La verdad es que resultó muy emotivo. Al que esto suscribe le encantó por varias cosas, primero porque era la sociedad civil, no se sabe quien, ni como la que organizaba o desorganizaba, segundo porque la temática era tan interesante como el mundo de la corcha, una cosa tan nuestra como desconocida y tercero porque demuestra que si aportamos a la comunidad una parte de lo que sabemos o tenemos salimos ganando todos.

Escribir algunas referencias de las dos películas. La cuadrilla benalupense de corcheros en el Alisoso a finales de los sesenta es grabada en una jornada completa, en el trabajo a collera, abajo y arriba de los alcornoques, comiendo en el Jato a modo de cuchará y paso atrás… Resultó muy gratificante comprobar como muchos de los asistentes reconocían a los corcheros, y también, demostrar una vez más el tesoro que tenemos con el legado de Mintz, que no lo posee ningún pueblo del entorno.

Quivir es un precioso documental que versa sobre el encuentro de una cuadrilla de corcheros alcalaínos y otra marroquí. El hilo conductor es como a pesar de los prejuicios iniciales son más las cosas que nos unen que las que no separan a los miembros de las dos orillas. Ese concepto del otro como algo no tan distinto a ti, ni superior, ni inferior es tratado con una naturalidad y emotividad suprema. Le aportó a la película un plus el hecho que los protagonistas principales del vídeo; guionista, director y capataz, estuvieran en el acto y nos contaran su experiencia. Me recordó mucho a Mintz, porque este vídeo todavía no es conocido donde se grabó parte de él, en el norte de Marruecos. Esperemos, seguro que no conociendo a Agustín Coca, que no tarde 50 años como nos pasó a nosotros con el legado de Mintz.

En resumen fue una jornada muy bonita, que hay que repetir y continuar. Lo mismo que la Libertaria Información, porque lo pequeño es necesario, porque lo pequeño tiene mucho poder.

Sobre el autor

Deja una respuesta