Fútbol, la bomba de relojería económica

Desde siempre, parte de la estabilidad de la humanidad, se debe a los servicios. Desde un pescador de la tribu enemiga que da mercancía, a cambio de otros recursos, en la Prehistoria, los exploradores, que a cambio de dinero, se dirigían al fin del mundo, el bufón que sudaba por cortejar su rey, hasta los camareros, taxistas, electricistas… de hoy en día. Y seguro, que si le preguntas a alguien por la calle, cuál es el servicio que más dinero mueve, te dirá por ejemplo, informático, turismo o algo por el estilo. Pero lo cierto es que hay una profesión dedicada a los servicios, muy popular y que seguramente sea la más rentable hoy en día, sin embargo todos la obviamos. Hablo del futbol.

Por raro que parezca, los futbolistas son personas a las que se les paga por su imagen y por su rendimiento en un deporte. Obviamente, esta descripción se aplica a cualquier deporte, pero el problema reside en el futbol debido a su popularidad. Si miras cualquier periódico deportivo, o te vas a algún bar, verás que todos hablan de los jugadores y los equipos en el mercado de fichajes, del rendimiento en liga, pero nadie habla del mercado en sí mismo. Nadie habla que en 1982 el Barça fichó a Diego A. Maradona por 7 M de euros, en 2003 fichó a Ronaldinho Gaucho por 27 M y en 2017 Neymar Junior se fue al PSG por 222 millones de euros (para que después el mismo jugador quiera hacer otra operación para cambiarse de club, por lo que el traspaso sería otra millonada).

La Liga Santander se ha gastado esta año 1.300 millones de euros en 350 fichajes de jugadores. A eso hay que sumarle los fichajes técnicos, equipo de preparación y ojeadores. El campeonato inglés (Premier League), ha sido el que más dinero ha gastado durante este periodo de fichajes: 1549 millones de euros. En la temporada 2018/2019, la Serie A gastó 1275 millones de euros.

Si esto son las tres grandes ligas, imaginaos el capital invertido mundialmente en este deporte. Y cada año es más alarmante, no solo por lo innecesario del dinero que se debería invertir en servicios sociales como salud o educación, sino porque nos acercamos a la explosión de una burbuja económica similar a la del crack del 29 (sin un radio de gravedad tan devastador).

Este hecho solo tiene un culpable, el espectador que hace posible la fluidez del mercado y no hace nada porque este capital sea destinado a bienes más necesarios. Soy un aficionado al futbol, pero prefiero tener un hospital con menos huelgas en días de emergencia, a ver que mi club favorito ha fichado a un niño de 17 años por 100 millones de euros.

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