Tras eso, la caballería pesada de aduladores y algunos politiquillos de tres al cuarto quisieron sumarse al festín para sacar tajada. Cuarentones ociosos dieron ejemplo de su infantil indignación, dando como resultado un bochornoso espectáculo.
Hace unos días la aparición de un nuevo V de Vendetta cibernético removió los cimientos de la opinión pública de nuestra localidad. Héroe para unos y villano para otros, este personajillo en la sombra solo cometió la desfachatez de exponer una opinión guasona sobre la política local, haciendo una pequeña retrospectiva desde las pasadas elecciones, hasta la última entrevista de nuestro alcalde, bajo un pintoresco seudónimo. Nada más empezar a leer el artículo, se podía entender que el autor iba a tocar algunos temas sensibles, fuera de lo políticamente correcto. Entonces fue cuando se destapó la caja de pandora, seré ecuánime, porque no me apetece agitar más el avispero con nimiedades, pero sí seré muy claro.
Tras eso, la caballería pesada de aduladores, eruditos y algunos politiquillos de tres al cuarto, quisieron sumarse al festín para sacar tajada. Cuarentones ociosos dieron ejemplo de su infantil indignación, dando como resultado, un bochornoso espectáculo. Sobre eso, no deseo comentar nada más, es lo mismo de siempre y no merece ni un ápice más de mi valioso tiempo. Lo que me ha hecho entrar en la carpa del circo sin permiso, es vuestra sed de represalias contra este diario. Sin medias tintas, Miguel Ángel nos ha entregado, por y para los benalupenses, un medio donde aparte de poder estar informados en todo momento, también podemos expresar nuestra opinión con total libertad. Muchos habéis demostrado tener tolerancia cero hacia la libertad de expresión y al derecho a la privacidad. Sé que debe ser muy frustrante no saber quién fue el maldito culpable de todo este lío, pero lo que no me parece lógico, es cebarse con este diario por solo permitir que un individuo se exprese con total libertad y respetándose su deseo expreso de mantener su identidad en el anonimato.
A diferencia del Capitán Hipócrita, yo no tengo ningún miedo a sufrir represalias, sean las que sean, pero también entiendo a las personas que sí lo tienen de un modo u otro. Esperemos que este medio de comunicación local no se deje intoxicar por las niñerías de unos cuantos y siga siendo la voz de todos nuestros conciudadanos.