Disparatísima faena

Aviso para náufragos y navegantes, sigo vivo. Sé de buena tinta que muchos, perdón, “muches” o como diantres se escriba en exclusivo, me creíais defenestrado. Pues qué va. Pillé una lancha y abandoné nuestro diminuto termino municipal por el cauce del rio Barbate. Menos mal que no me trincó la “chusma selecta”, pero no la del difunto Capitán Veneno, sino la del KGB de mi ayuntamiento. Porque esto de publicar algo sin adulaciones les cae como un purgante. Vamos, que si de Facebook o Twitter dependiera la estabilidad de cualquier gobierno ¡Qué dios nos pille confesados! Pues eso, que no llegó la sangre al charco, ni tampoco hubo un ajusticiamiento público como los de antaño. Los tontos, las tontas o “tontes” siempre tienen suerte. Y ahora que ando de vuelta, me apetece zarandear un poco el avispero.

            Los ánimos andan de nuevo muy caldeados por estos lares, aunque el tema de los salarios parece que ya se calmó. Por fin se podrá cobrar tranquilamente las dignisisimas dos mil felicidades. La cuestión es, que aquella feria olvidada por los respectivos programas turísticos autonómico y provincial, vuelve a estar de nuevo en boca de todos. Nada ha sido igual desde la aparición del dios buda del reguetón sevillano de acento puertorriqueño postizo. Os seré sincero, sois unos criticones. Se debe saber empatizar con los fans y con el trabajo del oficialísimo señor fotógrafo jefe del grupo PSOE-UP. Infame sin vergüenza, aquel que ose poner en entredicho su omnipotente profesionalidad en un pleno.

            Sin enrollarme más, porque no deseo que esto dure lo mismo que el dichoso monolito o la serie de Cuéntame, Benalup pretende emular a la antigua Atenas. Esto marcará un antes y un después en la política translocal. El hecho de que puedas culpar a la soberanía popular en caso de cagarla es sumamente perspicaz. Aunque todo esto se complica cuando nuestra adorada taza china le da por abrir la bocaza ¿Acaso este objeto inanimado no se da cuenta que a más de uno o una le dan taquicardias? Un poquito de consideración, no hable, no respire, no asome lo más mínimo el hocico por favor. No boicotee más la futura renovación de contrato, compórtese como la valiosa pieza de delicada porcelana que es.

            He de agradecer que este año no me hayan partido del todo la cara con una piedra en la Cabalgata de Reyes. Se ha podido constatar que se han tirado algunos caramelos. Esto me ha recordado a los antiguos saquitos de piedras y lentejas, pero al menos por una vez, repito, también había lentejas. Por lo demás ¿Con qué nos sorprenderá nuestro ayuntamiento este 2020? ¿Durante la Cabalgata de Carnavales habrá limusinas? ¿Tendremos en la vaquilla un carrito del Día con cuernos en vez de un novillo? ¿Actuará la Rosalía en la feria? Solo el tiempo lo dirá.

Firmado: El Capitán Hipócrita

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