Vivimos días extraños. La idílica Pompeya que morábamos hasta hace poco, se convirtió de la noche a la mañana en una pesadilla distópica, tras la cual nada será igual en nuestras vidas cuando despertemos. El humo del volcán avisaba de una inminente erupción que ignoramos víctimas de nuestra ignorancia y soberbia.
Y nada será igual porque este sueño lúcido ha fagocitado nuestra antigua realidad y la ha suplantado. Nuestras relaciones no serán iguales, nuestros hábitos sociales se verán alterados de forma traumática y, evidentemente en el mundo del deporte todo cambiará también. Para empezar, cuando vuelvan a retransmitir un partido de fútbol, ya no estará Michael Robinson para comentarlo.

Michael Robinson fue una rara avis en toda regla. Mi primer recuerdo de él coincide con su llegada a España y tiene forma de cromo de ediciones Este (#SiRobinson fue un fichaje estelar del Osasuna a finales de los ochenta. Su carrera en la liga inglesa le avalaba y había sido un jugador importante del Liverpool. Tras retirarse, en lugar de volver a su país, se quedó en España para siempre y se convirtió en uno más de nosotros. Su trayectoria profesional tras colgar las botas es digna de mención y de homenaje. Aparte de comentar los partidos durante varias décadas, Robinson hizo mucho más y voy a intentar recordar lo más importante aunque a buen seguro se me olvidarán muchas cosas. Para empezar, Robinson fue copresentador del mítico programa El día Después. Los que recuerden esa época o la de Estudio Estadio, saben que quizás ahora tengamos más cámaras y veamos los partidos en HD, pero la calidad de los programas dedicados al fútbol dista mucho de ser la de antaño. Además, Michael Robinson también trabajó en la radio, y no con un papel secundario, sino como figura importante del panorama radiofónico. Entre otras cosas, acompañaba a José Ramón de la Morena en los años de competencia con José María García. Y su imagen era un referente multimedia, casi antes de que usáramos la palabra “multimedia”. De hecho, muchos recordaréis que aparecía en la portada del videojuego PC Fútbol de Dinamic en aquellos años en los que la industria del videojuego español era una fuente inagotable de títulos de calidad.
Su deseo de evolucionar y crecer siempre estuvo presente y en lugar de acomodarse en su posición de prestigio, decidió arriesgar y fruto de ello nació Informe Robinson, una especie de Informe Semanal dedicado al deporte, que probablemente fuera uno de los logros profesionales de los que se sintiera más orgulloso. En este programa, trataba el deporte desde otra perspectiva, más humana, menos ligada al espectáculo.
Y no olvidemos antes de terminar con nuestro pequeño recordatorio, que Robinson era un enamorado del Cádiz CF, por lo que a buen seguro será homenajeado en Carranza cuando pase la tormenta. Puestos a pedir, si puede darse el caso de que Teo Vargas (que ha salido de la UCI en el día de hoy) sea quien lea unas palabras en su honor desde el círculo central, sería una bonita manera de rememorar su figura.