Tú, que pensabas que el coronavirus era cosa de los madrileños que visitaban las playas de Barbate, Zahara o Conil. Tú que te creías inmune, que la mascarilla es para los carajotes, que el pan para los gorriones y el vino para los curas.
¿Acaso pensabas que aquí, en tu pueblo, jamás llegaría el virus? Como de equivocado estabas, ¡eh! te levantas por la mañana, te tomas el café en el mismo lugar de siempre, sin mascarilla, por supuesto, eso es solo para tontos, y cuando vas a comprar las dos barras de pan que te dejó encargadas tu mujer la noche antes, pim, pam, pum, te estalla en la cara, resulta que el virus estaba más cerca de lo que esperabas, que ya no es solo cosa de la tele, que está aquí, en tu pueblo, por donde paseas, por tus calles y por tu mente. Que Fernando Simón ya resuena detrás del cogote diciéndote “…no nos vamos a engañar, la situación es grave.”
Quizá la realidad sea otra, ni el virus tiene horario, ni tiene dueño, ni tiene fronteras, que el coronavirus no se había comprado un terrenito en El Palmar, resulta que pasea a sus anchas por todo el reino, que Benalup-Casas Viejas no era la fortaleza de Winchester que resiste frente a los Vikingos, resulta que el virus no es madrileño, que no venía en patera desde tierras africanas, que tampoco tenía nacionalidad italiana o china, que quizá, la mascarilla era mejor solución que la muerte, tu muerte, o incluso peor, la muerte de quienes más quieres en este mundo, tu familia. Ni el virus vino de Madrid, ni ahora te acecha en la casapuerta para tirarse a tu cuello cuando salgas mañana a comprar el pan. Todo en su justa medida, porque ahora eres el más cobarde de todos. La próxima Manolo me la bebo en mi casa.
Que le debes una disculpa, mejor que un aplauso, sí, a ella, que se juega su vida por ti cada día, que ahora lucha contra este maldito bicho, porque está en primera línea de guerra, en plena batalla, para que yo, para que todos y entre ellos tú, puedas seguir vacilando de tu irresponsabilidad al estilo Miguel Bosé. A ella, sin embargo, solo cabe darle las gracias por su labor, por exponerse por nosotros, por los aplausos que no se dieron. Desearle una pronta recuperación y todo nuestro ánimo.
#juntoslovenceremos