Opinión | La necesidad de elegir

Y al que no le guste que me lo diga a la cara o que se calle (mejor la segunda opción), pero que no utilice otra vez eso de “con la crisis que tenemos no habrá cosas más importantes que solucionar que…”

Salustiano Gutiérrez Baena | Historiador y escritor

No tengo claro si hay sindicatos de bloggers y es evidente que, cada vez los sindicatos tienen menos importancia, lo cierto es que mi blog se niega a interrumpir sus vacaciones para que yo hable de tres o cuatros cosas que solo a mí me interesa, según él. Me ha amenazado con llevarme al sindicato si lo hago.  Así que le pido permiso al cada vez más influyente director de la Libertaria Información para que me aloje un pequeño artículo sobre los dos actos referidos programados para el día 21 de agosto. La respuesta la estás leyendo ahora.

En ninguno de los dos actos he participado y los dos tienen que ver con la concejalía de memoria histórica, delegación que ha sido una de las grandes protagonistas del primer año en el funcionamiento de la actual corporación. Tanto a nivel cualitativo, como cuantitativo. Su irrupción en la política local como un elefante en una cacharrería ha producido muchos movimientos isostáticos apenas irreconocibles, pero sí perceptibles, ja, ja, ja. Citar por ejemplo la plaza de Catalina Silva, el mural de D. Manuel Saenz sobre los sucesos, la restitución del monolito a la Alameda, la fotografía de María Silva en su calle, la ofrenda floral de mañana o la placa a los tres que fueron asesinados en Mauthausen. Me parece que a veces la actuación de la concejalía de memoria histórica ha pecado de precipitación, diseño de cartelería poco trabajado, escasa planificación y transparencia y poca participación ciudadana… Pero el hecho de que sea una labor inédita en este pueblo y que con el tiempo se pueda mejorar no explica la acritud, aspereza y crudeza de algunas de las críticas vertidas ante estas actuaciones, lo mismo que ante otras de otras como la inauguración del Parque del Orgullo LGBTIQ o la bandera del mismo colectivo (en contraposición de la unanimidad laudatoria que alcanzó la colocación de la bandera del Cádiz con el mismo tamaño y en  el mismo lugar). Para  explicar las críticas a los símbolos del LGBTIQ  hay que recurrir a argumentos ideológicos.

En el caso de las críticas a las medidas de memoria histórica son utilizadas como otra forma de criticar a una coalición, a la que a los sectores opositores le parece más fácil de atacar por el flanco izquierdo. He escuchado tantas veces eso de que con “lo que está cayendo ¿no habrá cosas más importantes que hacer que cambiar un nombre o restituir un monolito”? que el argumento me parece manido, sin sentido y sin fundamento. Por supuesto que hay muchas cosas que hacer y las prioridades las elegimos teniendo en cuenta cuestiones ideológicas, sentimentales o de otro rango. Al que suscribe esto, le parece importante que un día 21 de agosto de 2020 se haga una ofrenda floral en el pueblo donde nació uno de los símbolos del pueblo andaluz que mataron por mujer, por pobre,  por anarquista, por su indiscutible compromiso con los demás y por su apuesta por lo colectivo. También me parece necesario que se coloque una placa conmemorativa por el asesinato en Mauthausen de Antonio Lino Reyes (muerto 13-10-1941)), José Durán Fernández (muerto el 22-11-1941) y José Jordán Casas (8-12-1941). Estos dos últimos murieron en el subcampo de Gusen.  Los tres murieron por estar en el lugar y momento incorrecto defendiendo ideas perdedoras. Es por lo que escribo a pecho descubierto que a mi si me gusta este tipo de celebraciones. Y al que no le guste que me lo diga a la cara o que se calle (mejor la segunda opción), pero que no utilice otra vez eso de “con la crisis que tenemos no habrá cosas más importantes que solucionar que…”

Llevo doce años tratando con estas cuatro familias (con la de María y Antonio Lino, las de fuera, de una forma más profunda). He conocido tantas historias de olvido, de problemas intrafamiliares, de obstáculos a que se conozca lo que pasó, del estrago que hace el miedo y su secuela, la indiferencia, de las huellas que deja la represión y la injusticia… que mañana cuando nos reencontremos va a ser un día de paz y de victoria; no de venganza y derrota. Como una vez dijo Antonia Jordán Casas, la hermana de José, uno de los asesinados en Gusen, ni ese tipo de actos, ni todo lo que se ha escrito puede reflejar, ni compensar todo el sufrimiento y dolor que han padecido.  Porque después de que su vida haya sido un viaje de derrota en derrota sin reconocimiento alguno, mañana en la plaza de los jornaleros algunos observantes y familiares podremos y debemos sentirnos orgullosos y satisfechos al constatar de nuevo eso de que resistir es vencer. Esa paz y alegría interior al recordar las palabras de Antonio Machado: “Para los estrategas, para los políticos, para los historiadores, todo está claro, hemos perdido la guerra. Pero humanamente no estoy tan seguro… Quizás la hemos ganado”. A lo mejor es por eso por lo que recitan de forma reiterada que ”si no habrá cosas más importantes que hacer que eventos relacionados con ideas izquierdistas…”

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Profesor de CCSS y bloguero.

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