Un año más toca cambiar las manecillas del reloj y eso que cada vez se hace con más naturalidad. La llegada a nuestras vidas de los smartphones y los dispositivos inteligentes hace que el proceso de retrasar o adelantar el reloj cuando se requiere sea una tarea inocua, que apenas percibimos, pues los relojes se ajustan automáticamente. No obstante hay quienes todavía usan despertadores de toda la vida, con sus manecillas, con su cuerda o bien con una pila, entonces sí, debemos recordar que este fin de semana tenemos que retrasar una hora.

Para dar un cierto orden a todo esto, se estableció que el último fin de semana de octubre se llevara a cabo el retraso del reloj una hora, con el fin de aprovechar mejor las mañanas, amanecerá más temprano, mientras que como contrapartida la noche acechará mucho antes. Recordad entonces que en la madrugada del 24 al 25 de octubre, cuando sean las 3 de la madrugada habrá que retrasar el reloj hasta las 2 de la madrugada, con la alegría de aquellos que tengan que madrugar el domingo para ir a trabajar, quienes pueden dormir una hora más.
El cambio de hora es un asunto de gran controversia, más allá del gusto de cada uno, la razón a la que se acogen los gobiernos europeos es el ahorro energético, ya que según datos de hace dos años podía suponer un ahorro de unos 400 millones de euros. Y aunque este tema está regulado por la directiva comunitaria 2000/84/CE, los países no pueden decidir de manera unilateral si cambian o no la hora, pero sí en que huso horario situarse.