“Luego veremos qué opina la gente”, es una de las respuestas que un conocido youtuber español le ha dado a un periodista cuando este le reprocha que no controla mucho el tema del que está hablando, ya que dice cosas que no son del todo ciertas o incluso se contradice. La afirmación del youtuber no es casual ni es moco de pavo.
El peligroso nuevo sueño adolescente es convertirse en un conocido youtuber o influencer, con el único objetivo de hacerse muy rico con poco esfuerzo y vivir rodeado de lujos. Los seguidores siguen a ciegas a un extraño que se pone frente a una cámara y que los bombardean con mensajes subliminales publicitarios o una falsa realidad. Youtubers que no importa si son comentaristas de videojuegos, películas y programas sensacionalistas de televisión o si se creen especialistas en ciertas materias, aunque lo cierto es que no tienen ninguna formación en ellas, porque en cualquier caso lo que dicen se toma como Verdad incuestionable por sus seguidores -ya que los tienen como referentes o modelos a seguir-, no molestándose estos ni siquiera en contrastar dichos datos, adquiriendo de esa forma las nuevas generaciones un conocimiento totalmente falso. Imaginaros las consecuencias tan terribles que puede ocasionar esto. Muchos reconocen a estos youtubers como chavales con mucho talento porque han logrado con su fama movilizar masas. Cabe preguntarse qué movilidad es esa de la que hablan, porque lo cierto es que el efecto que producen en sus seguidores más bien es todo lo contrario: los convierte en seres inmovilizados a los que tienen engatusados con el único objetivo de que sigan cliqueando en sus videos para así seguir consiguiendo más dinero.

Estos influencers se aprovechan de esa masa -siendo la mayoría jóvenes y menores de edad, cuyas mentes estás formándose y son más fáciles de manipular- para engañarlos de forma descarada: les hace creer que les enseña unas pautas para alcanzar el mismo estilo de vida que ellos tienen. Pero nada más lejos de la realidad. Estos youtubers se mueven por dinero. Por SU dinero. Nada más. Así lo corrobora algo muy común en ellos y que ahora se está poniendo sobre la mesa: sus escapadas a Andorra para así pagar menos impuestos. Aunque ellos dicen que están haciendo algo moralmente correcto, los hechos lo contradicen. Por un lado, dicen que se ven en la “obligación” de irse a tributar fuera de España porque aquí se paga muchos impuestos, pero se olvidan que precisamente la mayoría de sus seguidores son españoles y que gracias a estos es por lo que ellos se han convertido en millonarios. Por otro lado, aclaman su derecho a irse, pero curiosamente declaran abiertamente muchos de ellos que el efecto llamada que se está haciendo ha provocado que ya allí sean demasiados. Cabe también decir, por supuesto, la incoherencia tan grande que significa que estos youtubers no quieran pagar impuestos que luego se invierten en servicios públicos y gracias a los cuales, precisamente, ellos han llegado a donde están; de esa manera, les está privando a sus propios seguidores de llegar a donde ellos han llegado: porque si todo el mundo se va a tributar a otro sitio, ¿quién pagará nuestra sanidad? ¿Quién pagara nuestra educación? ¿Y el resto de servicios? ¿Vendrá uno de esos youtubers a pagarte una operación cuando la necesites? La incoherencia es tan grande que se ha escuchado como uno de estos famosos youtubers, Víctor Domínguez, ha dicho que “hay que recortar y privatizar” y que “si no comulgas con un sistema y la gente vota más gasto público, eres libre de irte a otro país”, y así lo ha hecho él. Sin embargo, su libertad le ha hecho olvidarse de que sus padres siguen viviendo en España, donde son pensionistas y cuyas pensiones las cobran gracias a los que se quedan aquí y no se van como él, gracias precisamente a esos servicios públicos por los que seguimos apostando muchos y que él tanto crítica. También alardea de que la carrera se la acabó desde el sofá de su mansión y el mensaje que manda con esto es desolador, sobre todo porque sus seguidores nunca estarán al alcance de sacarse una carrera desde un sofá como él y puede que algunos de ellos ni siquiera tengan la oportunidad de ir presencialmente a una universidad por falta de recursos económicos y a consecuencia de los recortes y privatización en la educación. De modo que estos contradictorios youtubers han disfrutado toda su vida de unos servicios públicos gracias a los impuestos pagados por los españoles y, cuando les toca a ellos arrimar el brazo, básicamente lo que hacen es largarse y darle la espalda a todo el mundo, incluido a sus seguidores. Se olvidan que arrimar el brazo no es más que una obligación de todo ciudadano si quieren vivir en un estado de Bienestar, pues es algo que se consigue entre todos. Parece que ellos no quieren eso para los demás. Su manera de ver el mundo, desde el sofá de su mansión, les hace ver una realidad distorsionada y esa es la que les trasmiten a sus seguidores. Corbacho, es otro youtuber que incluso tiene el descaro de afirmar que las urgencias de los hospitales están llenas porque la gente va allí a pasar el día, negando de esta manera la necesidad tan descomunal que hace falta de que se invierta más servicios públicos en esta para mejorarla.
Y que el partido de ultraderecha español reconozca como éticamente correcto el comportamiento de estos youtubers, solo puede ayudarnos aún más a darnos cuenta del peligro que conlleva la decisión de estos para toda la sociedad. “Uno tiene derecho a irse del país en el que vive por el motivo que sea”, ha dicho uno de los representantes de este partido. Las contradicciones se muestran solas: es curioso que este mismo partido condene que miles de jóvenes atraviesen peligrosamente el mar para buscar una oportunidad en nuestro país. ¿Unos tienen derecho a irse del país en el que viven y otros no? ¿Cuál es la unidad de medida que toman para dividirlos? El dinero, claro.
El poder adquisitivo que estos youtubers tienen, les hacen creer que son tan importantes e incuestionables como para decir “luego veremos qué opina la gente”, sentenciando con ello que son capaces de manipular a su antojo a una masa repleta de jóvenes cuyos futuros están en peligro y ni siquiera son consciente de ello, mientras enriquecen aún más a esos youtubers haciendo mecánicamente clics en sus vídeos.
- https://www.libertaddigital.com/espana/2021-02-03/vox-sale-en-defensa-de-los-youtubers-y-pugna-con-podemos-por-el-voto-joven-6705025/
- https://www.huffingtonpost.es/entry/javier-ruiz-wall-street-wolverine-youtuber-andorra_es_601561a2c5b63b0fb281385d