Opinión | El milagro cadista

El partido disputado este fin de semana ante la SD Huesca ha servido para confirmar oficial y matemáticamente lo que ya todos sabíamos de manera oficiosa tras la victoria del Cádiz ante el Granada la semana pasada: el equipo amarillo volverá a jugar en la Liga Santander la próxima temporada.

El éxito de los de Cervera se puede calificar como histórico por numerosas razones, empezando por el hecho de haberlo conseguido varias semanas antes del final del campeonato, algo que ni los más optimistas podían imaginar. Si a esto le añadimos que el equipo ha estado siempre lejos de los puestos de descenso y las históricas victorias ante Real Madrid y Barcelona, probablemente nos encontremos ante la mejor temporada de la historia del club gaditano.

Tras un inicio dubitativo, cayendo derrotados ante el Osasuna, los gurús de Gol Televisión rápidamente indicaron que el Cádiz era un equipo muy flojito, blandito y al que le iba a costar mucho trabajo mantener la categoría. El triunfo ante el Huesca en el segundo partido parecía dar a entender que igual se equivocaban, pero era curioso oír a los sabios comentaristas alabar el juego combinativo del cuadro oscense en contraposición al conservadurismo defensivo del Cádiz. Y después de este triunfo, una nueva derrota en el Ramón de Carranza ante el Sevilla daba nuevos motivos a la legión de maestros Liendre de GolTV y Movistar+ para insistir en la debilidad del cuadro amarillo y su falta de argumentos futbolísticos. Sinceramente, he de confesar que fue escuchar todos esos comentarios y pensar que esta suerte de comité de expertos balompédicos se iba a equivocar.

La posterior victoria épica en Bilbao con sólo 9 jugadores fue el primer indicador de que no iba a ser nada fácil derrotar a los de Álvaro Cervera. Y el hecho de ser capaces de asaltar Valdebebas dentro de una racha de cuatro victorias consecutivas a domicilio, hizo que se empezara a hablar de equipo revelación, equipo de moda y todos esos términos que tanto gustan a los cronistas deportivos. No obstante, incluso tras derrotar al FC. Barcelona en la primera vuelta y cosechar un empate en el Camp Nou en la segunda, incluso los comentarios positivos iban en muchas ocasiones acompañados de un cierto tono despectivo o peyorativo respecto al estilo de juego cadista.

Son muchos los artífices de esta gesta. Del director de la orquesta poco más se puede añadir salvo decir que Álvaro Cervera ha puesto al Cádiz en el mapa futbolístico no solo nacional, sino también internacional con sus meritorios resultados ante los grandes ya mencionados anteriormente.

En la portería, la sabia retirada de Cifuentes, debutando en Primera División en la cuarta década de su vida y transformando ese debut en broche final de su carrera, dejó la titularidad en manos de un desconocido Ledesma, Conan para los amigos, que se ha mostrado tan heterodoxo como efectivo.

La línea defensiva ha contado con cinco actores principales: Iza y Espino han acumulado casi la totalidad de los minutos en sus respectivos costados y entre Fali, Cala y Mauro han hecho lo mismo en el centro de la zaga. Obviamente, no puedo pasar por la defensa sin hacer mención al Cala gate. El defensa lebrijano fue sometido a un juicio paralelo por parte de medios de comunicación y redes sociales con sentencia inmediata: presunto culpable. Por suerte para Cala, esta figura no existe en términos jurídicos y, tras un peritaje digno de CSI Miami, se pudo demostrar que Cala no había proferido ningún insulto de índole racista, a pesar de lo cual en Valencia siguen rebobinando la cinta y dandole al play en busca del audio perdido. Ya sólo les falta contratar a un experto en psicofonías.

En la manija, hemos tenido un trío de ases compuesto por un roteño (Jose Mari), un danés (Jonsson) y un madrileño (Álex Fernández) con el comodín de Fali, que abandonó su puesto en la defensa durante una parte de la temporada para jugar como pivote, con un rendimiento más que notable.

En las bandas, tan importantes en el sistema de juego de Cervera, Salvi ha sido el jugador más consistente, con chispazos de técnica de primer nivel de Perea y la aportación positiva de los Alejo, Jairo o el polivalente y trabajador Malbasic, que compensa sus carencias técnicas con un sacrificio y profesionalidad indudables.

Y pasamos a la delantera, donde el nombre propio, sin duda ha sido Álvaro Negredo, que se ha unido al cada vez más amplio club de los delanteros Cocoon: arietes de avanzada edad como Roberto Soldado, Jorge Molina o el propio Negredo que, llegados a una edad a la que nadie lo espera, recuperan rendimientos pretéritos que dejan asombrados a propios y extraños, de la misma forma que lo hacían los octogenarios que protagonizaban la famosa película de 1985. El Choco fue de más a menos pero también fue muy importante y Rubén Sobrino, como segundo delantero, fue la única cesión invernal que tuvo peso específico en la recta final liguera.

Y con todos estos mimbres, llegamos a la tarde del 8 de mayo y, frente al rival con el que todo empezó (cosas de este calendario asimétrico al que nunca me acostumbraré), el Cádiz rubricó con una de las victorias más sobradas de todo el curso su permanencia en lo mas alto del panorama balompédico patrio.

¿Y ahora qué? Pues ahora toca celebrar tanto al que sea aficionado como al que no. Los hinchas podrán disfrutar de fútbol de primera en el estadio la próxima edición de la Liga (no se me ocurre nada más duro para una afición que ver subir y bajar a su equipo sin poder verlo en el terreno de juego desde las gradas) y para la capital de la provincia supone 19 semanas fuera de temporada alta en las que miles de visitantes llegarán a la Tacita y comerán en sus restaurantes y se alojarán en sus hoteles. Así que todos contentos.

¿Y qué pasará la próxima temporada? Pues probablemente el reto sea mayor porque no vamos a tener de nuevo a un Valencia en horas tan bajas y en lugar del Eibar y el resto de descendidos subirán equipos como el Espanyol, que harán que el colchón de equipos por la parte de abajo entre el puesto del Cadiz y el descenso sea menor o inexistente en el peor de los casos. En cuanto a la plantilla, es posible que haya muchos cambios. Por un lado, los que han tenido mejor rendimiento y están en edad de merecer pueden tener jugosas ofertas tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Por suerte, tanto Ledesma como Negredo continuarán en las filas amarillas y si a ellos se suman otros como Jonsson, Fali o Espino, por mencionar sólo tres que probablemente sean los que más minutos han acumulado en sus botas, habría una buena base para acometer el año II del “cerverismo” en la máxima categoría. Por otro lado, habrá numerosas bajas, como los cedidos que, salvo Ledesma, abandonarán la tripulación del submarino o como otros jugadores, léase Pombo o Garrido, que a buen seguro encontrarán acomodo en algún equipo de segunda con aspiraciones. A estos los sustituirán otros y de su nivel dependerá buena parte del futuro del club de nuestros amores. Jugando a ser pitonisa (¿o debo decir pitoniso? ¿o mejor pitonise?) se me ocurre que Kike Garcia sería un excelente delantero para compartir minutos con Negredo. Para la portería, ante la permanencia de Ledesma, apostaría por un veterano que no diese problemas y pudiese ponerse bajo palos en caso de alguna incidencia puntual, y para dicho puesto, no se me ocurre mejor opción que René Román, entre otras cosas por ser natural de El Bosque, de manera que todo quedaría en casa. Veo difícil que se de este fichaje, pero me apetecía hacer mención a este gran obrero del fútbol. Siguiendo en clave gaditana, si se pudiera fichar a algún compatriota más como por ejemplo Vadillo o Nolito, serian bienvenidos. Y como guinda, si el scouting de la dirección deportiva del Cádiz, pesca en el mercado otra perla desconocida como Jonsson, podemos tener un equipo de garantías. Pero para todo esto quedan aún meses por delante. Ahora toca disfrutar y saborear la mejor temporada que hemos visto por estos lares (puesto número 11 en el momento de escribir estas líneas). Seguro que desde algún lugar, Theo Vargas, Michael Robinson y muchos otros han vibrado con este histórico año del Cádiz. Va por ellos.

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