Nota aclaratoria
Para la redacción de este artículo he contado con la ayuda inestimable del Dr. José Martínez Gracia, al que quiero agradecer públicamente su entrega y predisposición para tratar un tema tan delicado como este.
El infierno del fentanilo
En la última década, el fentanilo ha emergido como una preocupante amenaza en el ámbito de la salud pública en Estados Unidos. Este potente analgésico sintético, originalmente destinado al alivio del dolor en pacientes con cáncer y sometidos a cirugías mayores, ha encontrado su camino hacia el mercado ilícito de drogas y ha desencadenado una crisis mortal en Estados Unidos.
El fentanilo es un opiáceo sintético hasta 50 veces más poderoso que la heroína y hasta 100 veces más fuerte que la morfina. Aunque inicialmente se utilizaba en el ámbito médico bajo estricta supervisión, su alta potencia y capacidad de causar dependencia lo han convertido en una sustancia altamente riesgosa cuando se utiliza fuera de las indicaciones médicas.
En la actualidad, la urbe más grande del estado de Pensilvania oculta en el interior de sus barrios la más cruda realidad del país norteamericano: la epidemia de los opioides. El fentanilo (la sustancia que mayormente consumen) es la principal causa de muerte no natural entre los estadounidenses de 18 a 45 años.
¿Qué es el fentanilo?
El fentanilo es un potente opioide sintético hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Una dosis de solo 2 miligramos de fentanilo, que equivalen a entre 10 y 15 granos de sal de mesa, se considera que es letal. El fentanilo fabricado ilegalmente suele combinarse con otras sustancias como pastillas falsificadas, heroína, cocaína y metanfetamina.
Las redes criminales de narcotraficantes están produciendo en masa pastillas de imitación, que comercializan falsamente como pastillas legítimas de prescripción médica. Algunas pastillas falsificadas se fabrican para que parezcan opioides de receta médica, como la oxicodona (Oxycontin, Percocet), la hidrocodona (Vicodin) y el alprazolam (Xanax), o estimulantes como las anfetaminas (Adderall). Pastillas que imitan a las de venta con receta y que son muy accesibles al público pueden contener dosis mortales de fentanilo. A menudo se venden a través de las redes sociales y en plataformas de comercio electrónico, de modo que cualquiera que tenga un smartphone, puede adquirirlas.

¿Qué es la naloxona?
La naloxona es un medicamento que puede revertir una sobredosis de opioides, incluido el fentanilo. Si usted o alguien que usted conoce está en riesgo de sufrir una sobredosis de opioides, hable con su médico o farmacéutico sobre cómo obtener naloxona para llevarla y tenerla en casa.
Signos de sobredosis:
• Pupilas pequeñas y contraídas al tamaño de un punto.
• Cara muy pálida o que se siente fría o húmeda al tacto.
• El cuerpo se vuelve flácido.
• Uñas o labios de color morado o azulado.
• Vómitos o ruidos de gorgoteo.
• La persona no puede despertarse o no puede hablar.
• La respiración o los latidos del corazón se vuelven lentos o se detienen.
¿Cómo se consume el fentanilo?
Se puede administrar en forma inyectable, en forma de un parche que se coloca sobre la piel o en forma de pastillas que el paciente disuelve en la boca.
El fentanilo que se consume ilegalmente y que está asociado con más frecuencia con las sobredosis recientes se fabrica en laboratorios. Este fentanilo sintético se vende ilegalmente en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados.
Algunos comerciantes de drogas mezclan el fentanilo con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA. Lo hacen porque una cantidad muy pequeña de fentanilo causa un colocón o high, lo que lo convierte en una opción más económica.
¿Qué efecto tiene el fentanilo en el cerebro?
Al igual que la heroína, la morfina y otras drogas opioides, el fentanilo actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones Después de consumir opioides muchas veces, el cerebro se adapta a la droga y su sensibilidad disminuye, lo que hace que resulte difícil sentir placer con otra cosa que no sea la droga. Cuando una persona se vuelve adicta, la búsqueda y el consumo de la droga se apoderan de su vida.
Los efectos del fentanilo incluyen:
• felicidad extrema
• aletargamiento
• náuseas
• confusión
• estreñimiento
• sedación
• problemas para respirar
• pérdida del conocimiento
El impacto mortal del fentanilo se hace evidente al analizar las estadísticas de muertes relacionadas con esta droga en Estados Unidos. A continuación, se presenta una tabla estadística que muestra la evolución de las muertes por sobredosis de fentanilo en los últimos cinco años:
Año | Muertes por Fentanilo |
---|---|
2018 | 17,029 |
2019 | 36,359 |
2020 | 57,550 |
2021 | 73,446 |
2022 | 88,712 |
A la vista de los datos, queda claro que hay un problema de salud pública que está afectando gravemente a Estados Unidos, pero que ya está instalado en Europa y por tanto en España. Quiero decir que debemos abordar dicha problemática antes que sea demasiado tarde. La entrada de este tipo de epidemias es silenciosa, por la puerta trasera. Es aquí donde instituciones, asociaciones, colegios, ayuntamientos, etc… tiene una labor de concienciación y divulgación sobre la peligrosidad de esta “droga” para que nuestros jóvenes disfruten de una vida saludable y plena.
No me quiero despedir sin recomendar un documental de Zazza el italiano, un youtuber que recorre los barrios más marginales del mundo, y que ha pasado unos minutos en uno de los barrios más degradados de Philadelphia, el barrio de Kensington, lugar donde el fentanilo está presente casi en cada esquina.